La vid y las exigencias del clima

Portada Campo de Vid, suppra

 

En zonas montañosas se ven viñedos sólo hasta cierta altura. El clima impone límites de altura. Los límites macroclimáticos determinados por la altura y la latitud son ampliamente rebasados en muchas regiones, por el hecho de que el viñedo se planta en pendientes muy bien orientadas. Estas zonas disfrutan de un régimen térmico más elevado, sufren menos con las heladas invernales y las escarchas de primavera se secan rápidamente, de manera que la vegetación es más breve y el grado de azúcar más elevado. Se habla en estos casos de microclima. Cuando un cultivador planta las variedades más precoces en terrenos menos soleados y los tardíos en terrenos mejor orientados no hace otra cosa que adecuarse a las exigencias microclimáticas.

En invierno, las temperaturas mínimas que puede la vid aguantar son de hasta –20 ºC. Por debajo tendrían lugar graves daños. Se consideran daños ligeros a la necrosis de la médula y el diafragma. Daños muy graves sería la muerte de las yemas en los sarmientos de un año (la muerte del cambium en los sarmientos de un año y en el tronco. Estos males se dan más en las vides jóvenes, en las vides vigorosas y en las que ya han producido mucho.
Producen graves daños las heladas por debajo de los –2 ºC después de la brotación pues destruyen completamente la cosecha. 
Como medios empleados contra las heladas tenemos las nieblas artificiales y el riego por aspersión. El segundo es realmente eficaz pero costosísimo, aunque la instalación sirva contra el hielo, como riego estival y como medio de lucha antiparasitaria. 

También se pueden adoptar variedades de brotación tardía, o retrasar la poda, de modo que, aunque haya habido daños, también haya más brotes utilizables. Los cultivos elevados son menos castigados que los bajos. 
Las temperaturas demasiado altas (30-34º C), especialmente si van acompañadas de sequedad, viento caliente y seco, son temperaturas que queman hojas y racimos. Las temperaturas óptimas para el cultivo de la vid en sus distintas etapas de desarrollo serían las siguientes: 

  • Apertura de yemas: 9-10 ºC
  • Floración: 18-22 ºC
  • De floración a cambio de color: 22-26º C
  • De cambio de color a maduración: 20-24º C
  • Vendimia: 18-22º C

En relación con las lluvias la distribución de éstas en el cultivo sería aproximadamente la que se indica: 

  • Durante la brotación: 14-15 mm. Hay una intensa actividad radicular, que resulta promovida por la lluvia. 
  • Durante la floración: 10 mm. Las lluvias resultan por lo general perjudiciales.
  • De la floración al cuajado de los frutos: 40-115 mm. Es necesaria una intensa fotosíntesis.
  • Entre el cuajado y la maduración: 80-100 mm. Es necesaria una intensa fotosíntesis.
  • Durante la vendimia: 0-40 mm. Las lluvias suelen ser perjudiciales.